INTRODUCCIÓN
Antes de que Adán y Eva cayesen, en el cielo ya se
había desarrollado un plan para corregir tal error, el hombre al comer del
árbol de la ciencia del bien y el mal estaba destinado a morir literalmente
(Génesis 2:17), sin embargo el cielo proveyó la salvación, posiblemente un
cordero tomó el lugar de nuestros primeros padres para ser sacrificado como
ofrenda por el pecado, y el Creador cubrió sus cuerpos desnudos con la piel del
sustituto (Génesis 3: 21); ahora bien, mientras Dios reprendía a sus hijos y al
tentador, anunció que un Salvador vencería al mal y restauraría la humanidad
caída, “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”
(Génesis 3:15).
El anuncio estaba hecho, a partir de allí el hombre
inició una búsqueda incesante para conocer la venida de dicho Salvador, mas el
Creador a través de su Palabra daba pistas sobre su hijo, éste sería de la
tribu de Judá (Génesis 49:10), sería llamado profeta (Deuteronomio 18:18),
Sacerdote (Salmo 110:4), Juez (Isaías 33:22), Rey (Isaías 9:7), nacería de una
virgen y su nombre sería Emanuel “Dios con nosotros” (Isaías 7:14), el Hijo de
Dios (Salmo 2:7), sería llamado Señor (Salmo 110:9), nacería en Belén (Miqueas
5:2), ungido por el Espíritu Santo (Isaías 11:2).
Así pues, el Salvador iba siendo anunciado y junto con
Él algunas características para identificarlo, pero “A lo suyo vino, y los
suyos no le recibieron.” (Juan 1:11). Después de muchos años aun sigue habiendo
confusión sobre el nacimiento del Señor, se ha instaurado diciembre 25 como el
día de su nacimiento, pero la pregunta que muchos se hacen es ¿Es cierta esta
fecha? ¿Nació Jesús en diciembre? En las siguientes páginas se utilizarán tres
vías para demostrar que la fecha del 25 de diciembre es errónea como el día del
nacimiento de nuestro Salvador.
EMANUEL, LA
PROMESA CUMPLIDA
"Y SERÁ llamado su nombre Emmanuel; . . . Dios
con nosotros." "La luz del conocimiento de la gloria de Dios,"
se ve "en el rostro de Jesucristo." Desde los días de la eternidad,
el Señor Jesucristo era uno con el Padre; era "la imagen de Dios," la
imagen de su grandeza y majestad, "el resplandor de su gloria." Vino
a nuestro mundo para manifestar esta gloria. Vino a esta tierra obscurecida por
el pecado para revelar la luz del amor de Dios, para ser "Dios con
nosotros." Por lo tanto, fue profetizado de él: "Y será llamado su
nombre Emmanuel." Al venir a morar con nosotros, Jesús iba a revelar a
Dios tanto a los hombres como a los ángeles. Él era la Palabra de Dios: el
pensamiento de Dios hecho audible.[1]
Vía No. 1
–Estación climática
La primera razón por la cual Jesús no pudo nacer en
diciembre es que en Israel durante ese mes es temporada invernal, y dicho lugar
es afectado por nevadas, pero la Biblia afirma que “Había pastores en la misma
región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y
he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de
resplandor; y tuvieron gran temor.” (Lucas 2: 8, 9), al haber pastores en aquel
lugar significa que la estación(es) climática(s) pudo haber sido primavera,
verano u otoño.
Vía No. 2 –
La profecía de las 70 semanas
La segunda
vía para identificar el nacimiento del Mesías es la profecía de las 70 semanas
de Daniel 9, la cual señalaba el inicio del ministerio y muerte del Salvador, y
el fin de la gracia para el pueblo judío, “Y después de las sesenta y dos
semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe
que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con
inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.” (Daniel
9:26), Jesús “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” (Juan 1:29),
murió en el día de la celebración de la Pascua judía, Pablo afirma: “Limpiaos,
pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.” (1
Corintios 5:7); “la palabra cordero transmite una particular importancia. El
lenguaje griego usa dos palabras para referirse a un cordero: probatos y amnos. Mientras la última se refiere al cordero del sacrificio, la
primera señala a una oveja común. Así Juan presentó a Jesús como el cordero del
sacrificio, y como el que había sido tipificado desde hace siglos por los
sacrificios.”[2] La Pascua se celebra en la primavera, en el mundo occidental
es conocida esta fiesta como la Semana Santa, Cristo cumplió la profecía como
el cordero pascual, Jesús murió en la Pascua, a la mitad de la última semana de
las setenta señaladas en la profecía de Daniel, según Lucas cuando Jesús fue
bautizado, aproximadamente en el año 27 d. C. Él tenía alrededor de 30 años de
edad (Lucas 3:23). La última semana constaba de 7 años, día por año, y Jesús
muere a la mitad de ésta, ó 3 años y medio, entonces Él debió morir a mediados
del año 30 d.C., en la primavera; tomando esto en cuenta, si la Pascua judía es
entre los meses de marzo y abril; en una línea de tiempo se retrocede medio año
ó seis meses, esto nos lleva entre septiembre y octubre, al otoño; después de
esto retrocedemos tres años, llegamos al año 27 d.C., fecha en la que fue
bautizado Jesús, y de allí nos movemos treinta años hacia atrás, este cálculo
llegará al otoño del año 5 a.C., entre septiembre y octubre. (Ver figura 1)
(Figura 1)
De acuerdo a esta evidencia, Jesús no pudo nacer en diciembre, sino mas
bien en el otoño, entre septiembre-octubre.
Vía No. 3 – La Cronología de Lucas
La tercera vía para identificar la fecha del
nacimiento de Jesús son los detalles cronológicos que se encuentran en Lucas
capitulo 1. “Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un
sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de
Aarón, y se llamaba Elisabet.” (Lucas 1:5), de acuerdo a esta
información, Zacarías pertenecía a la orden o clase de Abías,
y mientras Zacarías ejercía su sacerdocio se le apareció el ángel del Señor
para anunciarle que sería padre (vers. 6-13); el servicio del Santuario
constaba de 24 turnos al año, cada turno sacerdotal servía ocho días en cada
periodo del año “También los hijos de Aarón fueron
distribuidos en grupos. Los hijos de Aarón: Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. La
vigesimatercera a Delaía, la vigesimacuarta a Maazías. Estos
fueron distribuidos para su ministerio, para que entrasen en la casa de Jehová,
según les fue ordenado por Aarón su padre, de la manera que le había mandado
Jehová el Dios de Israel.” (1 Crónicas 24: 1, 18, 19), dichos servicios
iniciaban de acuerdo al calendario religioso judío, esto era en el primer día
del mes de Nisán o Abib, cuando se realizaba la Pascua a principios de abril
“Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os
será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses
del año.” (Éxodo 12:1, 2) Al mismo tiempo que se rotaban los sacerdotes los
sábados, así mismo se cambiaban los panes de la proposición (ver Levítico
24:8). De acuerdo a 1 Crónicas 24:10, la clase de Abías era la octava orden en
el servicio, así que Zacarías de la clase de Abías era el octavo turno en el
Santuario “Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios
según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en
suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor.” (Lucas 1: 8,
9). El mes de Nisán empieza entre marzo y abril, con ello los turnos del
sacerdocio, moviéndonos dos meses (ocho semanas) llegamos a mayo-junio, así que
a principios de junio se anuncia a Juan el bautista “Y cumplidos los días de su
ministerio, se fue a su casa. Después de aquellos días concibió su mujer
Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: Así ha hecho conmigo
el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.”
(Lucas 1: 23-25). Elisabet quedó embarazada en junio, luego pasaron cinco
meses, esa cuenta nos lleva hasta noviembre; posteriormente “Al sexto mes el
ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a
una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y
el nombre de la virgen era María.” (vers. 26, 27), el sexto mes es diciembre,
según los cálculos anteriores, en diciembre es concebido Jesús. “En aquellos
días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; y
entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. Y aconteció que
cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y
Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz, y
dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su
casa.” (vers. 39-42, 56). Según el relato de Lucas, María esperó junto a
Elisabet hasta que ésta diera a luz, éste acontecimiento se llevó a cabo a
mediados de marzo, para este tiempo María ya tenia tres meses de embarazo, si María
tuvo un embarazo natural, debieron pasar seis meses mas, llevándonos al mes de
septiembre, al otoño, tal vez las ultimas tres semanas.
Jesús no nació en diciembre, pero si fue concebido en
este mes durante una fiesta muy importante conocía como Hanukkah (Janucá) que significa dedicación, también conocida como
la fiesta de las luces, esta fiesta se originó entre los años 167-163 a.C.,
cuando Antíoco IV destruyó Jerusalén, quitó las concesiones que su padre Antíoco
III le había otorgado a los judíos y su embajador obligó a un judío a
sacrificar un cerdo en el altar del tempo judío. Entonces “un judío llamado Matatías,
enojado por el acontecimiento, asesinó a los oficiales sirios, iniciando la
revolución macabea.”[3] “Cuando Matatías murió en 166 a.C., su tercer hijo, Judas
Macabeo tomó el liderazgo de la revolución. En ataques guerrilleros sorpresa,
Judas derrotó a las unidades sirias en Samaria, Beth-horon, Emaús, y Beth-zur
(1 Macabeos 3: 10-4:35). El purificó el templo del culto a Zeus. Entonces el 25
de diciembre (1ro de Chisleu) del año 164 a.C., él restauró el servicio
levítico y re-dedicó el templo a Dios. Esta dedicación fue llamada Hanukkah o
fiesta de la Dedicación (1 Macabeos 4: 36-59; Juan 10:22) la cual es celebrada
por las comunidades judías en diferentes partes del mundo.”[4] Aquella fiesta
duraba ocho días, se cantaban himnos, había jubilo, hoy día es conocida como la
fiesta gemela de la fiesta de los Tabernáculos “Y celebraron
con alegría ocho días de fiesta, a la manera de la fiesta de las Enramadas,
recordando que poco tiempo antes la habían celebrado en las montañas y en las
cuevas, donde vivían como animales salvajes. Por esto, llevando limones
adornados con hojas, ramas frescas de árboles y hojas de palmera, cantaban
himnos a Dios, que había llevado a buen término la purificación del santuario.
Además, toda la asamblea aprobó y publicó un decreto en el que
se ordenaba que todo el pueblo judío celebrara cada año estos días de fiesta.”
(2 Macabeos 10: 6-8).[5] El Señor Jesús participó de esta fiesta “Celebrábase en
Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el templo
por el pórtico de Salomón.” (Juan 10: 22,23), el Señor fue concebido durante
esta fiesta de dedicación, similar a la de los Tabernáculos. El Salvador nació
durante la fiesta de los Tabernáculos al final de septiembre, “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su
gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
(Juan 1:14)
Generalmente la palabra griega para habitar es katoikeó[6] (ver Mateo 2:23), esta palabra
significa: “Una vivienda segura, fija y durable,
para morar, habitar en un lugar temporalmente.”[7] Pero en Juan 1:14 se usa la palabra skénoó[8] la cual es usada en el libro de
los Hebreos para hablar del Tabernáculo, dicha palabra significa: “Tienda de campaña, morada. Para
acampar, una tienda de campaña. En el Nuevo Testamento, vivir como en tiendas de campaña, tabernacular.”[9] Una traducción literal de Juan 1:14 sería: “Y aquel verbo fue hecho carne, y tabernaculó entre nosotros.” Es
decir hizo tienda entre nosotros, Zacarías profetizó, “Y nos
levantó un poderoso Salvador en la casa de David su
siervo, como habló por boca de sus santos profetas que fueron
desde el principio; salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los
que nos aborrecieron; para hacer misericordia con nuestros
padres, y acordarse de su santo pacto; del
juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos
había de conceder que, librados de nuestros enemigos, sin
temor le serviríamos por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar
luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz.” (Lucas 1: 69-74,
78, 79), la palabra aurora en griego es anatolé[10]
la cual significa: “crecer, levantarse, la aurora o el amanecer, levantar el sol, que
se utiliza sólo en un sentido espiritual.”[11] Así que según la profecía de Zacarías, Dios iba a
levantar el sol, o una luz como el sol, la cual sería la salvación de los
hombres, Juan, el discípulo amado declaró acerca de Jesús: “En él estaba la
vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece,
y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios,
el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que
diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No
era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquella luz verdadera,
que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.” (Juan 1: 4-9). Jesús
tabernaculó entre nosotros, al cual Dios levantó como luz al mundo para traer
salvación.
Simbolismos en la fiesta de los Tabernáculos
Durante la fiesta de los tabernáculos sucedía algo
interesante, un simbolismo, “al alba del día, los sacerdotes emitían una larga y aguda nota con sus
trompetas de plata, y las trompetas que contestaban, así como los alegres
gritos del pueblo desde sus cabañas, que repercutían por las
colinas y los valles, daban la bienvenida al día de fiesta. Después, el sacerdote sacaba de las aguas del Cedrón un cántaro de agua, y, alzándolo en alto mientras resonaban las trompetas, subía las altas gradas del templo, al compás de la música, con paso lento y mesurado, cantando mientras tanto: ‘Nuestros pies estuvieron en tus puertas, oh Jerusalem.’ Llevaba el cántaro al altar, que ocupaba una posición central en el atrio de los sacerdotes. Allí había dos palanganas de plata, con un sacerdote de pie al lado de cada una. El cántaro de agua era derramado en una, y un cántaro de vino en la otra; y el contenido de ambas, fluyendo por un caño que comunicaba con el Cedrón, era conducido al Mar Muerto. La presentación del agua consagrada representaba la fuente que a la orden de Dios había brotado de la roca para aplacar la sed de los hijos de Israel.”[12] Aquel acto señalaba a Jesús, quien en el ultimo día de esta fiesta declaró: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.” (Juan 7: 37), “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Juan 8: 12). Por lo tanto, así como el agua, el vino, y la luz estaban involucrados en la fiesta de los tabernáculos, éstos tipificaban a Jesús como la vid, el agua de vida y la luz del mundo.
colinas y los valles, daban la bienvenida al día de fiesta. Después, el sacerdote sacaba de las aguas del Cedrón un cántaro de agua, y, alzándolo en alto mientras resonaban las trompetas, subía las altas gradas del templo, al compás de la música, con paso lento y mesurado, cantando mientras tanto: ‘Nuestros pies estuvieron en tus puertas, oh Jerusalem.’ Llevaba el cántaro al altar, que ocupaba una posición central en el atrio de los sacerdotes. Allí había dos palanganas de plata, con un sacerdote de pie al lado de cada una. El cántaro de agua era derramado en una, y un cántaro de vino en la otra; y el contenido de ambas, fluyendo por un caño que comunicaba con el Cedrón, era conducido al Mar Muerto. La presentación del agua consagrada representaba la fuente que a la orden de Dios había brotado de la roca para aplacar la sed de los hijos de Israel.”[12] Aquel acto señalaba a Jesús, quien en el ultimo día de esta fiesta declaró: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.” (Juan 7: 37), “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Juan 8: 12). Por lo tanto, así como el agua, el vino, y la luz estaban involucrados en la fiesta de los tabernáculos, éstos tipificaban a Jesús como la vid, el agua de vida y la luz del mundo.
De acuerdo a las dos fiestas de la dedicación, Jesús
fue concebido en diciembre y nació en septiembre. Días después de que el niño
nació, vinieron unos sabios de oriente a Jerusalén, preguntando por el rey de
los judíos, al escuchar esta declaración, Herodes encomendó a los sabios buscar
el niño con el objetivo de dar con su ubicación, al no lograr su propósito,
Herodes ordenó asesinar a todo niño varón menor de dos años (Mateo 2: 1-16).
“Herodes ‘El Grande’ murió en la primavera del año 4 a.C.”[13] Así que si Herodes
murió en el año 4 a.C., posiblemente Jesús nació entre los años 6-4 a.C.
Si Jesús nació durante la fiesta de los tabernáculos, posiblemente su
segunda venida será durante dicha fiesta, ya que en esta fiesta se usaban
palmas para alabar a Dios (Levítico 23:40), Juan en Apocalipsis declara las
características de esta fiesta: “Después de esto miré, y he aquí una gran
multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y
lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos
de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo:
La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al
Cordero.” (Apocalipsis 7: 9, 10). Elena de White afirma: “El Rey de gloria ha
secado las lágrimas de todos los semblantes; toda causa de pesar ha sido
alejada. Mientras agitan las palmas, dejan oír un canto de alabanza, claro,
dulce y armonioso; cada voz se une a la melodía, hasta que entre las bóvedas
del cielo repercute el clamor: ‘Salvación a nuestro Dios que está sentado sobre
el trono, y al Cordero.’”[14] “Inmediatos al trono se encuentran los que fueron
alguna vez celosos en la causa de Satanás, pero que, cual tizones arrancados
del fuego, siguieron luego a su Salvador con profunda e intensa devoción. Vienen después
los que perfeccionaron su carácter cristiano en medio de la mentira y de la
incredulidad, los que honraron la ley de Dios cuando el mundo cristiano la
declaró abolida, y los millones de todas las edades que fueron martirizados por
su fe. Y más allá está la ‘grande muchedumbre, que nadie
podía contar, de entre todas las naciones, y las tribus, y los pueblos, y las
lenguas . . . de pie ante el trono y delante del Cordero, revestidos de ropas
blancas, y teniendo palmas en sus manos.’ (Apocalipsis 7: 9, V.M.) Su lucha
terminó; ganaron la victoria. Disputaron el premio de la carrera y lo alcanzaron. La palma que llevan en la mano es símbolo de su
triunfo, la vestidura blanca, emblema de la justicia perfecta de Cristo que es
ahora de ellos.”[15] “Y oí una gran voz del cielo que decía: He
aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos
serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. No
habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del
sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los
siglos. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque
la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Y
el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene
sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” (Apocalipsis 21:3; 22:5; 21:23; 22:17).
CONCLUSIÓN
La profecía de las setenta semanas apuntaba al año del bautismo y muerte
del Mesías (Daniel 9:26, 27), la Pascua señalaba el día y la hora de su
sacrificio como cordero de Dios (Éxodo 12: 6, Levítico 23: 4), mas la fiesta de
los Tabernáculos revelaba su nacimiento y su segunda venida.
Por medio de tres vías hemos podido demostrar que el nacimiento del
Salvador no tuvo lugar el 25 de diciembre, sino más bien que fue concebido en
esa época por el Espíritu Santo. Primero que todo, la temporada climática no
coincide con diciembre ya que allí es invierno y en Belén había pastores con
sus ovejas; segundo la profecía de las setenta semanas en orden cronológico
regresivo nos lleva al otoño del año 5 a.C., aproximadamente; y como tercera vía,
la orden sacerdotal del Santuario que constaba de veinticuatro ordenes, siendo
la de Abías la octava, a la cual pertenecía Zacarías padre de Juan el bautista;
si el servicio sacerdotal empezaba en Abril, ocho semanas mas tarde estaría Zacarías
ejerciendo su servicio, en el mes de junio, por lo tanto, seis meses después,
de acuerdo al relato de Lucas, en
diciembre fue concebido Jesús y posteriormente nacería en septiembre, por medio
de estas vías queda clarificada la fecha de nacimiento de nuestro Salvador.
[2] Jorge E. Rico, D. Min., Ph.D. Jesus a Divine Promise Fulfilled, 38
[3] Jorge E. Rico, D. Min., Ph.D. Jesus a Divine Promise Fulfilled, 11
[4] Ídem.
[5]
Biblia versión Dios Habla Hoy
[6] Jay P. Green, Sr. The Interlinear Bible, Hebrew-Greek-English,
738
[7] Spiros Zodhiates, Th.D. The Complete Word Study Dictionary New
Testament, 851
[8] Jay P. Green, Sr. The Interlinear Bible, Hebrew-Greek-English,
818
[9] Spiros Zodhiates, Th.D. The Complete Word Study Dictionary New
Testament, 1295
[10] Jay P. Green, Sr. The Interlinear Bible, Hebrew-Greek-English,
787
[11] Spiros Zodhiates, Th.D. The Complete Word Study Dictionary New
Testament, 397
[12]
Elena de White, El Deseado de Todas las
Gentes, 412, 413
[13]
Jorge E. Rico, D. Min., Ph.D. Jesus a
Divine Promise Fulfilled, 32
[14]
Elena de White, El Conflicto de los
Siglos, 708, 709
[15] Ibid, 723
[2] Jorge E. Rico, D. Min., Ph.D. Jesus a Divine Promise Fulfilled, 38
[3] Jorge E. Rico, D. Min., Ph.D. Jesus a Divine Promise Fulfilled, 11
[4] Ídem.
[5]
Biblia versión Dios Habla Hoy
[6] Jay P. Green, Sr. The Interlinear Bible, Hebrew-Greek-English,
738
[7] Spiros Zodhiates, Th.D. The Complete Word Study Dictionary New
Testament, 851
[8] Jay P. Green, Sr. The Interlinear Bible, Hebrew-Greek-English,
818
[9] Spiros Zodhiates, Th.D. The Complete Word Study Dictionary New
Testament, 1295
[10] Jay P. Green, Sr. The Interlinear Bible, Hebrew-Greek-English,
787
[11] Spiros Zodhiates, Th.D. The Complete Word Study Dictionary New
Testament, 397
[12]
Elena de White, El Deseado de Todas las
Gentes, 412, 413
[13]
Jorge E. Rico, D. Min., Ph.D. Jesus a
Divine Promise Fulfilled, 32
[14]
Elena de White, El Conflicto de los
Siglos, 708, 709
[15] Ibid, 723

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